Desde muy pequeño amé los libros. Leí mucho y de todo. Encontré la felicidad en novelas, cuentos, poemas, ensayos... Poco a poco la literatura se fue convirtiendo en mi Dios.
Cuando, como una revelación, descubrí que no quería hacer otra cosa en la vida mas que leer y escribir, me pregunté en qué dirección debía apuntar mis mayores esfuerzos.
En Toledo hay un viejo bibliotecario al que siempre voy a visitar para escucharle decir: "Todas las grandes obras tienen un sedimento de eternidad, pero de un microrrelato es el Reino".
5 comentarios:
Siempre he pensado que los microrelatos son como los ojos de algunas personas, te asomas a ellos y puedes perderte en un mundo infinito.
Pero es posible que cada palabra de un microrelato sea una mirada, y ya se sabe, con algunas miradas apenas hacen falta palabras.
Besos
Siempre he pensado que los microrelatos son como los ojos de algunas personas, te asomas a ellos y puedes perderte en un mundo infinito.
Pero es posible que cada palabra de un microrelato sea una mirada, y ya se sabe, con algunas miradas apenas hacen falta palabras.
Besos
Recordemos a Baltasar Gracián quien muy afortunadamente decía:" lo bueno y breve dos veces bueno".
saludos desde Galicia.
Que bonito lo que decis, tambien amo los microrrelatos y la literatura. Y tus palabras me recuerdan a García Marquez, que de muy joven descubrió que sería escritor por siempre.
¿Un micro sería como un Aleph?
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