Perro
viejo, callejero, te veo beber de un charco al costado de la calle. Un gato se
acerca y bebe a sus anchas. No sé si has visto en el agua tus ojos cansados,
tus ojos oscuros de oscura hora. Sí sé que suspiraste, sí sé que al desaparecer
calle abajo, y me miraste, también comprendiste.
martes, 10 de junio de 2014
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